sábado, 14 de febrero de 2015

Historias de amor y ciencia: ¿Quién me pone la pierna encima?




Los asuntos del querer que a nosotros, los humanos, tantas dichas y desdichas nos proporcionan, no distan mucho del comportamiento que exhiben las moléculas presentes en las células que nos componen. En efecto, las proteínas -ladrillos estructurales de dichas células- y el ADN -sólido guardián de nuestras instrucciones de fabricación, la información genética-  pueden sentirse atraídos unos por otros, enlazarse, separarse, volverse a enlazar...  ¡Y todo esto con multitud de configuraciones posibles! 



Por ejemplo, en el momento de la meiosis -no os asustéis, no es el nombre de ninguna perversión, si no el fenómeno que baraja nuestros cromosomas para que funcione la lotería genética- los cromosomas se "ponen la pierna encima", sobrecruzándose e intercambiando material entre ellos. Es lo que se conoce como "quiasma" y tiene lugar entre cromosomas semejantes, con el consentimiento de ambos...

El quiasma, o "cruce de piernas"... Vía Wikipedia. Algunos derechos reservados (CC).



Sin embargo, cuando una célula no está dividiéndose, si no haciendo sus cosas y funcionando a pleno gas, una serie de proteínas se pueden colar por los intersticios que el ADN para leer la información allí contenida y hacer que la factoría celular siga en marcha. Este ADN, caprichoso, expone sólo algunas de sus regiones, volviéndose éstas más accesibles -y apetecibles- para que las proteínas "caracoleen" por allí y hagan con él lo que quieran... Dichas proteínas se conocen como factoresde transcripción, y son las que toman la iniciativa para que el ADN se transcriba en ARN que a su vez será traducido a más proteínas. A grandes rasgos, en esta orgía molecular cada participante le da lo suyo a los demás para que siga la fiesta.

Factores de transcripción, por Kelvinsong, vía Wikimedia. Algunos derechos reservados (CC).



Luego, existen regiones de las células que son más exclusivas, en el sentido en que sólo tienen acceso a ellas ciertas proteínas "que están en lista". Esto quiere decir que éstas llevan una señal a modo de invitación VIP para que puedan interaccionar a gusto en un compartimento especial, al margen de encuentros indeseados. Es lo que se conoce como "sorting", que tampoco es ninguna práctica oscura, aunque todo se andará... 


Finalmente, quiero subrayar el hecho de que, tanto a escala celular como humana, este baile de interacciones es efímero a la par que constante. Así que disfrutad de cada encuentro como si fuera el último. Y sobre todo, no os pongáis excesivamente tristes si el amor os da la espalda, pues ahora sabéis que en vuestro interior molecular, el baile continúa.

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