domingo, 14 de febrero de 2016

¿Por qué los humanos nos besamos?



Llega el temido día de San Valentín, odiado por muchos pero deseado por otros tantos. Desde La Biothéque queremos aprovecharlo para difundir un poco de ciencia, en concreto la ciencia que hay detrás del beso.

Besos/Kisses, por Macnolete. Vïa Flickr. Algunos derechos reservados (CC BY 2.0)

¿Qué es un beso? ¿Por qué nos besamos? Existen muchos tipos de besos, los besos que dan los padres cuando vas a dormir, el apasionado que da tu pareja o el que das de bienvenida/despedida a tus amigos, entre otros. Pero, ¿cómo surgió el beso, y en concreto el beso romántico? Para muchas culturas, el beso romántico es considerado como una ofensa o algo repulsivo y aunque parece una práctica muy común entre los humanos, esto no es del todo cierto. Sólo un 46% de las culturas consideran el beso romántico, esto es, el beso labio a labio con o sin intercambio de saliva con sus correspondientes millones de bacterias (unas 80 millones más o menos). Además, este hecho no se observa en el mundo animal, por lo que es un comportamiento raro. Pero, si es un comportamiento raro, ¿qué hay detrás de él y qué ha hecho que sea una práctica común en la mitad de la población mundial?

En primer lugar, hay que decir que se ha observado que cuanto más compleja es la sociedad, mayor es la frecuencia de personas que se dan un beso romántico. Por ello, se cree que es un invento del hombre moderno que se ha pasado de generación en generación.

Existen algunas tribus como la tribu mehinaku de Brasil, que viven hoy en día como antaño, que no se besan, al igual que los animales, los cuales esta conducta tampoco se observa, a excepción de algunos primates como son los bonobos o chimpancés, que sí que se besan, pero lo hacen para saludarse o reconciliarse tras una pelea y no como un beso romántico, o eso se cree hasta el momento.

Tal vez los animales no necesiten besarse, ya que ellos tienen el olfato muy desarrollado y son capaces de detectar las conocidas feromonas, que son las hormonas que indican cuando la pareja está receptiva o esta puede ser un buen candidato para reproducirse. En humanos, el olfato no está tan desarrollado y puede ser que por eso necesitemos acercarnos mucho al otro para oler si realmente esa pareja nos conviene o no. Además, algunos autores establecen que los movimientos de la boca agudizan el olfato y aumentan la capacidad de percibir olores y esas sustancias químicas que citábamos antes, que son las feromonas. De hecho, un estudio de 1995 establecía que las mujeres, al igual que otros animales, como los ratones, preferían el olor de los hombres que son genéticamente distintos a ellas. Esto tiene su lógica, ya que evolutivamente hablando, cuanto más dispar genéticamente estés de tu pareja, más probabilidades de que tu descendencia salga más fuerte y saludable, y por tanto estás aumentando las posibilidades de supervivencia de esta, al tener una mayor variabilidad genética. 
 
Por tanto, besarse se puede considerar como la manera eficiente de olfatear esos genes y feromonas de la potencial pareja. Aunque hay que decir, que el beso no es esencial, ya que en las tribus o culturas que no practican el beso romántico, tienen otras estrategias de acercamiento o caricias hacia el otro que les permiten “oler los genes”.

Por tanto, si este San Valentín quieres encontrar a tu pareja ideal, no beses, tan sólo olfatea a tu alrededor... Aunque eso sí, levantarás las miradas de muchos.

Bibliografía

 BBC. Why do humans kiss each other when most animals they don´t? http://www.bbc.com/earth/story/20150714-why-do-we-kiss. Consultado 11/02/16
 
Jankowiak, W. R., Volsche, S. L. and Garcia, J. R. (2015). Is the Romantic–Sexual Kiss a Near Human Universal?. AMERICAN ANTHROPOLOGIST, 117: 535–539. doi:10.1111/aman.12286

Kirshenbaum, S. (2011). The Science of Kissing: What Our Lips Are Telling Us. Grand Central Publishing. NY.

Wedekind, C., Seebeck, T., Bettens, F., Paepke, AJ. (1995). MHC-Dependent Mate Preferences in Humans. Proc. R. Soc. Lond. B, 260: 245-249; DOI: 10.1098/rspb.1995.0087.


 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy curioso e interesante. Me gusta.