jueves, 30 de marzo de 2017

Hypatia: la matemática, filósofa y astrónoma más antiquísima...



por Marta Pérez Illana
Hypatia fue probablemente la primera mujer, y la única durante más de un milenio, de la que tenemos conocimiento. 

(Retrato de Hypatia. Fuente: Elbert Hubbard, "Hypatia", in Little Journeys to the Homes of Great Teachers, v.23 #4, East Aurora, New York : The Roycrofters, 1908)
Nació en Alejandría en el año 370 d.C. Hypatia fue filósofa, astrónoma y matemática y con el apoyo de su padre, el filósofo Teón, estudió en Roma y Atenas y trabajó en la Biblioteca de Alejandría.

En el año 415 d.C. fue asesinada violentamente por un grupo de monjes fanáticos, presuntamente por su condición de pagana. Posteriormente muchas de sus obras se perdieron o quedaron en manos de la Iglesia e incluso algunas copias se han encontrado en el Vaticano. 

Hipatia destacó por sus comentarios a las obras de Euclides, Arquímedes y Diofanto. Además inventó modelos de astrolabios, planisferios e hidroscopios, instrumentos diseñados para calcular el tiempo y determinar la posición del Sol, las estrellas y los planetas.


Quizá lo que más nos llame la atención a día de hoy es que su padre "se empeñara" en que su hija estudiara, en una época en la que las mujeres estaban totalmente relegadas a un segundo plano en la sociedad. 
Aunque Hipatia ya no está, siempre podremos acordarnos del asteroide 238 Hypatia, bautizado así en 1884 en su honor. Y quizá cuando usemos el GPS, pensar que con sus astrolabios, ella fue una de las antecesoras. En cierto modo esa científica del siglo IV nos ayuda a encontrar el norte cuando estamos perdidos. 

Bibliografía:
Montalcini, R. L. (2011). Las pioneras. Crítica.

José Celestino Mutis: 30 años tras la Botánica colombiana




Mi personaje favorito de la ciencia, o al menos uno de ellos, es José Celestino Mutis,
uno de los personajes más destacados de la botánica del siglo XVIII es José Celestino Mutis. Nació en Cádiz en 1732, aunque desarrolló la mayor parte de su carrera científica en el Reino de Nueva Granada, actual Colombia. Como científico de su época no sólo destacó en una rama del saber, sino que se trata de un naturalista completo.

BILLETE ESPAÑA 2000 PESETAS 24 ABRIL 1992 "JOSE CELESTINO MUTIS" SC. Puesto en circulación en mayo de 1993.Fuente: FNMT

Al igual que en la actualidad, este investigador tenía que pedir proyectos al estado, en este caso sugirió en 1763 y 1764 un proyecto de estudio de la flora de nueva Granada, a la Corona española. Al igual que en la actualidad, no obtuvo respuesta satisfactoria, hasta una tercera propuesta, pero la financiación para el proyecto duró 30 años. Fue la expedición más costosa para la Corona, y la que menos publicaciones científicas tuvo, entre ellas Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada: 1783-1816. Sin embargo, fue fundamental para el conocimiento de la flora de Colombia. Aún en la actualidad, la colección botánica de Mutis, con más de 20.000 plantas, que se encuentra en el Real Jardín Botánico de Madrid, supone un pilar imprescindible para el conocimiento de la flora Colombiana. La colección se completa con unas extraordinariamente detalladas ilustraciones botánicas, cerca de siete mil láminas, realizadas por el propio Mutis o alguno de sus discípulos. De algunas especies sólo se tienen registros florísticos en esta colección, debido a la situación de aislamiento de algunas zonas de la selva Colombiana por la situación política de los últimos 50 años.

Pero Mutis no solo destacó en el ámbito de la botánica. Fue, asimismo, uno de los pioneros en el ámbito del desarrollo de las vacunas, inoculando cepas debilitadas del virus de la viruela en personas sanas. En el ámbito lingüístico, realizó una recopilación de vocabulario de las lenguas indígenas. En lo referente a la minería, realizó contribuciones a la obtención de la plata; y en química alimentaria, a la destilación del ron. Contribuyó además en los inicios de la conservación ya que publicó diversos estudios sobre la importancia de racionalizar la explotación de quina, así como contribuyó a su estudio botánico (diferenciando siete especies) y destacó sus virtudes en medicina.
A nivel divulgador, fundó el Observatorio Astronómico de Santa Fé de Bogotá y creó el primer Jardín Botánico de Colombia. Se carteó con grandes científicos de la época, entre los que se destaca Linneo, Humbolt o Cavanilles.
Su figura científica ha sido reconocida en numerosas ocasiones, entre ellas la denominación a un género de plantas como Mutisia, dedicado al ilustre botánico; pero sin duda de las más llamativas son su aparición en los antiguos billetes de 2000 pesetas españoles o en los billetes de 200 pesos colombianos.


Leonardo Da Vinci: más que un artista, un genio

por Patricia Sánchez Pérez

Leonardo Da Vinci nacido en Vinci en 1492 y muerto en Amboise 1519, fue uno de los mayores genios de la historia de nuestro planeta. Un gran pintor y dibujante, ingeniero y arquitecto, botánico y zoólogo, un gran anatomista y observador, en resumen un genio, un ser revolucionario de otro mundo.

Leonardo Da Vinci y hombre de Vitruvio. (Foto de Flickr TNS Sofres)
Muchos han sido los guiños a él en libros y películas, representándole como un ser enigmático en cuyas obras se esconden grandes secretos e incluso le han llegado a convertir en “hada madrina” en alguna que otra película.
Para mí Leonardo Da Vinci siempre ha sido un genio. En el cole le comencé a conocer por sus famosas pinturas “La Gioconda” la cual me tocó dibujar (una ofensa a la verdadera por mí parte) o “La gran Cena” y por algunos de sus inventos como la máquina de volar. Pasado un tiempo, yo aún pequeña veía la serie de “Alias” en la que en paralelo llevaban a cabo distintos descubrimientos de Da Vinci y sus grabados e inventos. Más adelante durante una de las asignaturas de la carrera de Biología, los profesores recuperaron algunos de los dibujos de anatomía de Da Vinci y me volvió a entrar el gusanillo de investigar sobre él. Muy friki yo, di con libros maravillosos sobre recopilaciones de parte de su legado. Me pareció un genio, era capaz de reflejar sus conocimientos sobre física e ingeniería en maravillosos aparatos hasta ver cómo funcionaba el corazón en los humanos. Su afán por su curiosidad, por plasmarlo en dibujos, en tener la capacidad de innovar, de probar, de experimentar, es lo que le hace ser un genio, un científico en toda regla, un adelantado a su época, un ser de otro planeta, de otro mundo, de otra generación.
¿Cómo en un ser del Renacentismo puede haber tanta capacidad para igual que te pinta un cuadro, te construye una máquina de volar o te dice cómo funciona el ser humano? Fascinante, la imaginación y ganas de explorar de un niño con la capacidad fascinante de un adulto.
Bibliografía de interés:
http://www.elmundo.es/suplementos/magazine/2005/325/1135095569.html

martes, 28 de marzo de 2017

La historia de los fragmentos de Okazaki y la nipona Tsuneko Okazaki

Al estudiar la replicación del ADN, las personas que investigaban esto, se fueron dando cuenta de que la síntesis del nuevo ADN, usando de molde el antiguo, no parecía ser tan fácil como hacer una simple fotocopia. La cadena líder se replica de una forma más o menos sencilla, pero cómo se replicaba la cadena rezagada seguía siendo un misterio.

En 1968, Okazaki descubrió unas estructuras a las que se llamaron fragmentos de Okazaki, que ayudaban a resolver esta incógnita. Los fragmentos de Okazaki son cadenas cortas que se forman durante la replicación del ADN en la llamada "duplicación discontinua", y que se dan en la hebra rezagada.
Este descubrimiento supuso un gran avance para la Biología y Genética Molecular.

Lo curioso es que siempre damos por hecho que Okazaki es un hombre. Me ha pasado a mí y a toda la gente que conozco, quizá a ti también: cuando nos enteramos de que es una mujer, alucinamos un poco.




Tsuneko Okazaki, natural de Japón, nació en 1933, y fue a la Universidad de Nagoya, y acabó siendo la primera mujer en ser profesora de esta universidad.

Su investigación sobre la duplicación del ADN la llevó a cabo junto a su marido Reiji Okazaki, mientras trabajaban en su investigación Postdoctoral con el grupo de Kornberg en Stanford. Ella fue quien descubrió las estructuras y él quien postuló cómo debían funcionar.

Reiji Okazaki murió de leucemia en 1975, siete años después del descubrimiento, debido a haber estado expuesto a la radiación de Hiroshima, cuando fue lanzada la primera bomba atómica.

En el año 2000, Tsuneko recibió un premio que se concede cada año a 5 mujeres científicas, una de cada continente, que es el premio L'Oréal-UNESCO "For Women in Science".

En 2015, la Universidad de Nagoya, donde ella fue profesora creó el Premio Tsuneko y Reiji Okazaki en honor al legado científico de este matrimonio.
Y también en 2015 Tsuneko fue elegida como una persona de Mérito Cultural.

Actualmente (con 83 añazos) es profesora en el Instituto Médico de la Universidad Fujita.

Bibliografía:




jueves, 23 de marzo de 2017

¿Cómo surgieron las vacunas? Edward Jenner

 
Edward Jenner (1749-1823), también conocido como “Padre de la Inmunología” y por ser el principal impulsor del método de vacunación.
De él todo el mundo conoce, a grandes rasgos, la historia de James Phipps, un niño de 8 años al que Jenner inoculó el virus de la viruela bovina para probar si inoculándole este virus el niño se hacía resistente a la viruela humana.


Retrato de Edward Jenner (Fuente)

The Cow Pock or the wonderful effects of the new inoculation”(Fuente)
Gracias a este método se han salvado muchas vidas aunque al principio se creyese que al inocularse el virus de las vacas, saldrían apéndices vacunos a aquel que se vacunaba (“The Cow Pock or the wonderful effects of the new inoculation” Imagen2 de 1802).
¿Por qué lo considero mi científico favorito?
No solo gracias a él se logró tratar una enfermedad, la viruela, capaz de matar al 20% de las personas que presentaban la enfermedad, si no que impulsó un método que a día de hoy es capaz de salvar miles de vidas causadas por muchos otros agentes infecciosos como el sarampión, la rubeola,…
Aunque sus métodos a día de hoy pueden no ser aceptados, gracias a su trabajo y a sus investigaciones la Ciencia logró avanzar un gran paso. Y nos recuerda que avanzar en el conocimiento es importante sin dejarnos dominar por los antiguos dogmas establecidos.

lunes, 13 de marzo de 2017

Penicilina: más allá del descubrimiento por casualidad de Alexander Fleming



Alexander Fleming (1881-1955) (foto izquierda) fue un médico escocés cuyo descubrimiento, la penicilina, marcó un antes y un después en la lucha contra las enfermedades infecciosas. 


Alexander Fleming en su laboratorio (izquierda) y placa de S. aureus contaminada con P. notatum (derecha) donde se puede apreciar el halo de inhibición del crecimiento bacteriano alrededor de la colonia del hongo
 
Fleming pasó a la historia por su supuesto descubrimiento “por casualidad”, cosa que, en mi opinión, es muy injusta… Seguramente muchos antes lo habrían tenido delante de sus ojos pero había que tener una mente muy despierta para darse cuenta. Fleming se fue de vacaciones dejando encima de su mesa sus cultivos de la bacteria con las que trabajaba, Staphylococcus aureus. Cuando volvió, una de sus placas estaba contaminada con un hongo ambiental y se dio cuenta como alrededor de este hongo aparecía un halo de inhibición del crecimiento en el que la bacteria era incapaz de desarrollarse (derecha). La mayoría de los científicos habrían maldecido la suerte que les había estropeado su experimento y tirado las placas, pero Fleming decidió investigar qué estaba pasando y por qué el hongo era capaz de inhibir a la bacteria. El hongo en cuestión era una cepa de Penicillium notatum de ahí que el compuesto antibiótico que se aisló se denominara penicilina. 

Fleming tuvo muy poco apoyo para continuar con sus estudios en una Europa devastada por la guerra pero no desistió. Es imposible saber cuántas vidas ha salvado este descubrimiento pero se estima en más de 200 millones. Por ello, Alexander Fleming fue galardonado con el premio Nobel en 1945 junto a Ernst Boris Chain y Howard Walter Florey que consiguieron la purificación química del antibiótico.